EL BAÑO
Por cuestiones higiénico-sanitarias, los perros que viven en el interior de una casa reciben más baños que los que viven fuera. El carlino es un perro de compañía que necesita sentirse integrado en el núcleo familiar y hacer vida con la familia, por ello suele vivir dentro de las casas y la frecuencia con la que se les suele realizar el baño en de una vez al mes.
Cuando nos disponemos a bañar un perro, hay que prepararse con antelación:
EL SECADO
Aunque tampoco es un perro de manto complicado ni se trata de ponerle tupé a nuestro chato, es un proceso sobre el que no están de más algunos consejos.
Se puede hacer de dos maneras, a mano o en jaula, pero todos los amos de mascotas no disponemos de una jaula de secado en nuestras casas. De modo que nos centramos en el secado a mano.
Para conseguir un efecto de volumen (moderado) en el pelo, lo secaremos dirigiendo el chorro de aire en la dirección opuesta del crecimiento del pelo y de atrás alante, para que la raíz se yerga. Además es la mejor forma de que el aire penetre hasta la raíz y poder eliminar toda la humedad que puede causar irritaciones en la piel de nuestro amigo.
Secándolo de este modo, también podremos observar el estado de la piel, centímetro a centímetro.
Un último repaso a pelo nos ayudará a colocar el pelo de su manera natural manteniendo una ligera sensación de pomposidad que le da al carlino ese aspecto de peluche.
En este momento es cuando tenemos a nuestro chato preparado para ser objeto de abrazos y besuqueos mas que nunca.
Escrito por Olaya de la Cruz